El académico alemán ha trabajado iniciativas que promueven el rescate de lenguas indígenas, así como la educación intercultural en comunidades rurales.

El pasado 21 de abril se realizó el Seminario Internacional “Desafíos de la escuela frente a la diversidad del alumnado”, en la Biblioteca Nicanor Parra y contó con la participación de investigadores extranjeros y nacionales. Gunther Dietz, académico de la Universidad Veracruzana de México realizó la charla “Educación Intercultural Bilingüe. Diversidad en la escuela: contribuciones desde los enfoques culturales”.

El investigador manifestó que la Interculturalidad ha venido siendo entendida primero como problema, donde se ha producido la segregación de algunos grupos determinados; segundo, como derecho, lo cual ha permitido una acción afirmativa; y tercero, como recurso donde “ganan todos en una comunidad educativa y eso es lo que se llama competencias interculturales”, afirmó.

“Ha sido el Estado Nación el que, históricamente, ha silenciado la diversidad con políticas de integración, nacionalización, homogenización. Pero en la actualidad hay un tipo de diversidad resurgiendo que no es el monopolio de la ciudad, sino también en el campo, donde hay multilingüismo y mucha diversidad cultural desde por lo menos 500 años”, añadió Dietz.

Para una Educación Intercultural, el académico dijo que uno de los desafíos principales era superar el nacionalismo metodológico y la migración transnacional de modelos educativos. El primero es criticable en base a que “pensar en términos de nación los sistemas educativos invisibiliza algunas fuentes de diversidad y sobrevisibiliza otras”. Este problema implicaría también la presencia latente de un colonialismo de sistema de castas, en el caso mexicano.

Además, la migración transnacional de modelos educativos opera “sin tener en cuenta el concepto de recepción de estos modelos. En América Latina hay un boom de estas medidas que en el contexto anglo se denominan ‘acciones afirmativas’ que tienen que ver con la lógica de lo blanco y lo negro en una situación post esclavitud en Estados Unidos. Si esto se reproduce tal cual en el contexto latinoamericano, recuperamos categorías racistas de la época colonial”.

Al respecto, Dietz propone un cruce que tenga en cuenta la historia, los actores y las prácticas concretas de la Educación de cada contexto. El primer reto de la Educación Intercultural “debe tener atención en la lingüística, la cual no debe ser una materia, sino un punto crucial. No hay lengua en la que no se pueda expresar astrofísica o cualquier ciencia exacta, solo que no se ha hecho por la jerarquización de las lenguas”.

Por otro lado, expresó que la Educación Intercultural Bilingüe no debería ser sinónimo de educación para pueblos originarios, porque toda persona debe tener el derecho a aprender más de una lengua ya que “no hay, no existe una cultura monolingüe”.

Finalmente, concluyó que tenemos que reconocer, para toda la sociedad, la necesidad apremiante de competencias mutuamente culturales. “Necesitamos entendernos con la mirada del otro, en los ojos del otro, con la historia y la memoria también del otro, para transferirlo a la nuestra”, finalizó.